17/11/2021

En muchos aspectos, los desafíos vividos en los últimos dos años nos han exigido un mayor esfuerzo, creatividad e innovación para afrontarlos. Sin ir muy lejos, la gestión de siniestros fue impactada de distintas maneras y hoy evidencia una realidad que fue variando en los últimos meses.

Luego de varias etapas de flexibilización de las restricciones impuestas frente a la pandemia, sobre septiembre de 2021 se recuperó el nivel de circulación vehicular pre pandemia, incluso, con frecuencias siniestrales que se acercaban o superaban a los indicadores del 2019. En tanto que las estimaciones de inflación en nuestra canasta de repuestos usados superaban el 60%, lo que conlleva a un aumento en el costo siniestral esperado.

Repuestos para reparaciones

A estos factores se suma una complejidad mayor: las demoras y, en algunos casos, la imposibilidad de adquirir repuestos para las reparaciones que San Cristóbal Seguros realiza en todo el país por medio nuestra red de talleres. Si bien aún no percibimos que haya faltantes en gran volumen, por lo menos para los vehículos de manufactura en Mercosur, sí es un hecho la mayor demora que se produce para que los distintos proveedores dispongan de esos repuestos que, además y siguiendo la tendencia inflacionaria, son cada vez más costosos. Esto conlleva, inevitablemente, a un deterioro muy marcado del costo siniestral para este tipo de coberturas y también en la calidad de servicio al cliente, afectando los tiempos de respuesta.

Reposición de vehículos

El panorama no es diferente cuando nos enfrentamos a siniestros con destrucción total del vehículo que implican una reposición del 0 Km. El faltante de unidades nuevas es muy marcado y es cada vez más difícil la posibilidad que tenemos de adquirir dichos vehículos para cumplir con esa cobertura. Consultamos a distintos especialistas que estiman que la situación se incrementará en los próximos meses debido a diversos factores.

Desde San Cristóbal estamos haciendo distintas gestiones con concesionarios y terminales automotrices para poder cumplir con los tiempos acordados con los asegurados, la realidad del mercado nos indica que en la mayoría de los modelos hay alta probabilidad de demoras de hasta 180 días.

Este nuevo contexto nos desafía a trabajar en conjunto (PAS y San Cristóbal) para encontrar soluciones a la medida de sus clientes y nuestros asegurados, tales como: esperar la reposición del vehículo, buscar modelos similares o bien indemnizar por el valor del vehículo a reponer hasta la suma asegurada.

Asistencia mecánica y acarreo

El último aspecto a analizar en este contexto es la prestación de los servicios de asistencia mecánica o acarreo de vehículos. Lo primero a tener en cuenta es una tendencia que se registra en los últimos años, donde hubo una merma del parque automotor de grúas y un aumento en la venta de vehículos, distorsionando la relación lógica entre ambos y afectando la prestación del servicio.

Desde San Cristóbal estamos trabajando con el proveedor del servicio de auxilio y remolque para resolver las cuestiones o problemáticas que observamos a diario. Lamentablemente, la perspectiva de resolución en el corto plazo no es buena y el próximo verano se planifica como de alta circulación vehicular ya que, a la apertura de las restricciones de circulación, se suman las medidas de incentivo al turismo local que ocasionará una circulación vehicular muy superior a las habituales en épocas estivales.

Nuevamente, tenemos que trabajar en conjunto para mitigar el impacto en nuestros asegurados. En este sentido estamos teniendo una política activa en nuestro proceso de reintegros por defectos en el servicio que, si bien no logran una mejora en la calidad del mismo, dejan indemne el costo porque abona el asegurado ante estas situaciones.

Frente a este panorama complejo resulta de vital importancia alertar sobre esta situación a los asegurados, mantenernos cercanos y con canal de diálogo abierto para afrontar y mitigar las consecuencias que pudieran ocasionar.