El Circuito Gastronómico tuvo como fin generar un espacio de intercambio, encuentro y vínculo de parte de San Cristóbal Seguros con sus Productores, ofreciéndole ser vivir de forma exclusiva una experiencia única.

El plato estrella preparado por Christophe fue El Huevo Perfecto. Se trata de un huevo sumergido en una cuba con agua a 63° C, en donde tanto la clara como la yema se cuecen de manera paralela obtenido así, una cocción cuasi perfecta. Esta técnica de cocción era usada como analogía en el relato del chef, mostrando que todo lo bueno necesita invariablemente un proceso y que el mismo tiene características particulares que a veces no entendemos o que no vemos pero que son necesarias para llegar a un resultado en común. Ese plato, fue un símbolo de la unión de San Cristóbal con sus productores, dos componentes que forman una unidad.

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